1. “Mi hijo se orina en la cama, ¿qué puedo hacer?”
El término médico es: ‘enuresis nocturna’. Se trata de un problema muy frecuente, y muy pocas veces tiene origen orgánico. La mayoría de las veces es una respuesta a las cosas que suceden en la familia, como por ejemplo, el nacimiento de un hermanito.
Le sugiero probar las siguientes medidas:
Primero, suprima todo líquido a partir de las 6 p.m. como única medida directa.
Segundo, no vuelva a hablar más de eso, ni se levante a cambiar sábanas.
Tercero, dedíquele tiempo a su hijo que se orina de la misma manera que lo hace con su hermanito más pequeño -o más enfermizo, o más inteligente, o más extrovertido-. Una forma de manejar este último punto es hacer las cosas por turno: un día salga con un hijo a pasear, y otro día hágalo con el otro. La estrategia es: todo lo que haga con un hijo, hágalo también con el otro.
El presupuesto detrás de este último consejo es que detrás de la enuresis nocturna se encuentra un problema de celos y rivalidad entre hermanos. Si aplicamos la misma vara a todos los hijos, desaparece dicha rivalidad, con todas sus consecuencias.
2. “Si no la complacen, mi hija se tira en el suelo con rabietas, ¿debo pegarle para que no lo haga, o, mas bien debo complacerla?”
Ni una cosa ni la otra: ¡no haga nada! La indiferencia es muchas veces la mejor arma en la disciplina infantil. Ante una rabieta, la mejor actitud es actuar como si uno estuviera sordo y ciego. Es decir, no prestar atención.
La rabieta sucede generalmente cuando los padres están excesivamente involucrados con sus hijos. Es una forma como los hijos castigan a sus padres, por no haberles complacido en algo. El castigo consiste en hacer todo lo contrario de lo que los padres desean. Si los padres prestan atención a las rabietas, los hijos terminan saliéndose con las suyas.
Por otro lado, cuando su hija no tiene rabietas, asegúrese de que usted le dedica tiempo a jugar, y a compartir con ella.
3. “Tengo un a situación muy difícil con dos hijos que viven peleándose todo el día, como perro y gato...”
El problema de sus hijos lo denomino ‘complejo de Caín y Abel’. Su raíz es la preferencia de los padres por un hijo, lo cual desencadena los celos del otro. Esta rivalidad a veces es abierta y visible, pero otras veces muy disimulada.
Para romper este círculo vicioso le aconsejo lo siguiente:
a) Permanezca indiferente cuando sus hijos discuten, permitiendo de ese modo que ellos resuelvan por si mismos sus diferencias.
b) Dedíquele igual tiempo a cada hijo: si sale con uno, después salga con el otro; si uno le ayuda en algo, luego ponga el otro a ayudarle.
c) Finalmente, si tiene pareja, asegúrese de que se dedican tiempo exclusivo para salir y disfrutar de su relación. Numerosas observaciones confirman que ¡mientras mejor se llevan papá y mamá, mejor se llevan los hermanos!
4. “Mi hija no come si yo no le doy la comida. Su hermanita menor, en cambio, come de todo”.
Generalmente un niño que no come está castigando a sus padres por dedicarle más atención a su hermanito. En otras palabras, está haciendo todo lo contrario de lo que sus padres desean. El mecanismo es que, cuando no come, usted le convierte en el rey de la casa, le sirve usted misma la comida, y le brinda más atención.
Le aconsejo lo siguiente:
a) Usted y su pareja deben dar buen ejemplo comiendo siempre de todo lo que se pone en la mesa.
b) Deben asegurarse de que no hacen comentarios negativos alrededor de la comida.
c) Si un niño come, celébreselo sin hacer comparaciones.
d) Si no come, respete su derecho a no comer. En la próxima comida se estará muriendo de hambre, y comerá de todo. No caiga en la trampa de hacer una comida diferente cada vez que un hijo se antoja de no comer.
5. “No se como hacerme: la niña no quiere dormir en su cama. Si la llevo a su cama hasta vomita. ¿Qué puedo hacer?”
Es muy buena costumbre enseñar a los niños a dormir en su propia cama. Los niños que aprenden a dormir solos son más seguros, autosuficientes y saludables.
Le aconsejo una estrategia de varios pasos:
Primer paso: póngale a dormir en una cuna en la misma habitación.
Segundo paso: lleve la cuna de su hija a una habitación diferente, y bríndeles compañía hasta que se duerma.
Tercer paso: Al final su hija se acostumbrará a dormir solo con el estímulo de su propia cama.
Si no funciona, consulte a un terapeuta familiar.
6. “Soy madre soltera. Tengo un hijo que solo le gustan las cosas de mujeres. A veces incluso lo he encontrado pintándose los labios... ¿Qué me recomienda?”
Los hijos aprenden por imitación, y así mismo sucede con la identidad sexual. Si un hijo varón pasa todo el día con mujeres, no es raro que sus ademanes se feminicen. Esto se ha visto incluso en la homosexualidad: la mayoría de los hombres homosexuales no tuvieron un padre cercano en su niñez. Le aconsejo lo siguiente:
a) Usted necesita una figura masculina para su hijo, y lo mejor es su propio papá, pero puede ser también un abuelo, o un tío que le dedique tiempo para hacer cosas masculinas.
b) Asegúrese de no dormir en la misma cama con su hijo.
c) Cuando usted haga sus necesidades íntimas, cierre la puerta.
d) Evite asignarle a su hijo tareas culturalmente femeninas.
7. “¿Qué se puede hacer con un hijo que no obedece órdenes?”
Es muy importante manejar este problema desde ahora, porque luego será más difícil. He tenido muy buen resultado en mis pacientes con los siguientes consejos:
a) No dé órdenes que usted piense que su hijo no va a cumplir.
b) Pase por alto los fallos menores (no tiene sentido estar peleando todo el tiempo).
c) Ensaye lo siguiente: dé una orden sencilla y fácil de cumplir. Si su hijo obedece, celébreselo.
d) Luego ensaye con una orden más compleja, y cuando su hijo obedezca, celébreselo de la misma manera.
e) Después de un tiempo, esté alerta para celebrar la buena conducta de sus hijos: anímeles con palabras de elogio cuando son obedientes.
Si usted sigue estos puntos descubrirá que sus hijos aprenden a obedecer.
8. “Mi hija tiene 15 años y no hay forma de que se despierte sola por las mañanas. Tengo que levantarla a veces hasta tres veces. Yo también era así cuando pequeña, ¿puede esto ser hereditario?”
Puede estar segura que no se trata de algo hereditario. Usted tiene demasiado tareas sobre sus hombros, pues aparte de sus tareas propias tiene que servir de reloj despertador para su hija. Si sigue de esta manera, muy pronto su hija podría quedar huérfana, porque usted se muere antes de tiempo.
Ante todo, comience comprando un reloj a su hija. Indíquele que no podrá seguir levantándola porque los médicos - es decir, nosotros – se lo han pedido.
Luego, desentiéndase de este problema. Su hija debe sufrir ella misma las consecuencias de su conducta. Si no aprende ahora, el dolor será más grande después.
9. “¿Por qué mis hijos se acuestan tan tarde?”
Normalmente los hijos deben acostarse una o dos horas antes que los padres. Esto facilita, de un lado, los hijos duerman las horas necesarias, y, del otro lado, que la pareja tenga su espacio legítimo para compartir. El problema con los padres demasiado ocupados es que solo de noche tienen tiempo para sus hijos. De este modo, sin proponérselo, trastornan el horario infantil. Esos niños luego tienen problema para levantarse por las mañanas.
Le sugiero pensar en algunas alternativas.
En primer lugar, asegúrese de que usted no utiliza su aposento como sala. Son dos espacios diferentes. La sala es el espacio común para toda la familia. Si utiliza el aposento como sala, la pareja se queda sin espacio exclusivo, y los hijos trastornan su horario.
En segundo lugar, ponga horario de acostarse y levantarse a sus hijos. Ellos necesitan por lo menos dos horas más de sueño que los adultos.
Finalmente, saque la televisión grande de su aposento, y póngala en la sala. Los especialistas en sueño recomiendan que el aposento debe utilizarse únicamente para dormir, y para tener relaciones sexuales.
10. “Tengo quejas continuas de la escuela porque mi hijo no hace sus tareas y pasa todo el tiempo jugando. Ellos me dicen que me ponga fuerte, pero he probado toda clase de castigos y nada resulta. ¿Qué más puedo hacer?”
Usted necesita cultivar un buen hábito de responsabilidad en su hijo. Le recomiendo lo siguiente.
En primer lugar, revise diariamente las tareas que hace su hijo, para ver lo que esta bien hecho, bonito, o interesante, y coméntelo con su hijo. Es importante que preste menos atención a lo negativo que a lo positivo. La razón es que los especialistas han descubierto que a la conducta que usted le presta más atención, es la que más se repite.
En segundo lugar, dé ejemplo a su hijo cumpliendo sus propias tareas. Sea usted responsable con lo que le toca hacer: hágalo a tiempo y con calidad total.
Si sigue estos dos consejos, el cambio no se hará esperar.
11. “¿Qué puedo hacer para no consentir demasiado a mi hijo hemofílico?”
Usted tiene una preocupación legítima. Muchos hijos que nacen con enfermedades hereditarias, a la larga sufren más por la mala crianza que por la misma enfermedad. Le doy los siguientes consejos:
Primero, no trate a su hijo como un inválido, sino permítale hacer las cosas por si mismo, incluso administrarse sus medicamentos.
Segundo, evite la sobreprotección a causa de su enfermedad. Los hijos deben ir apoderándose de sus vidas poco a poco.
Tercero, no convierta la casa en un hospital. Evite el tema de su enfermedad. No comente con otros sobre su padecimiento. Trátele igual que a sus otros hijos.
Finalmente, no conceda a su hijo ningún privilegio sobre sus hermanitos porque es enfermo. Sin darse cuenta le está transmitiendo el mensaje de que es inferior. Demuéstrele, por el contrario, que tiene igual valor que los demás.
12. “Mi hija mayor pasa todo el tiempo enferma. Cuando no es una cosa es la otra. ¿Es qué algunos niños nacen enfermizo, o esto tiene que ver con la crianza?”
Algunos pocos niños nacen enfermizos, pero la mayoría se hacen enfermizos con la crianza. La enfermedad puede utilizarse como un mecanismo de competencia entre los hermanos. Esto sucede cuando los padres prestan demasiada atención al hijo enfermo.
Primero, es muy mala práctica llevar al hijo enfermo a dormir al aposento matrimonial.
Segundo, es un error preguntarle continuamente: ¿Cómo te sientes?
Tercero, no sustituya a su pediatra.
Finalmente, la regla general es: mientras más se preocupan los padres, más se enferman sus hijos.
13. “He probado de todo con un hijo que se chupa el dedo: castigos y premios, ¿qué más puedo hacer?”
El niño se chupa el dedo por las mismas razones que el adulto fuma: ¡porque está nervioso, y su dedo actúa como tranquilizante! No vale, por lo tanto, prohibirle meter su dedo en la boca, sino buscar las causas de su nerviosismo. Para esto es generalmente necesario consultar un terapeuta familiar o un psicólogo infantil. Le adelanto, de todas formas, algunos consejos.
En primer lugar, tenga en cuenta la relación entre papá y mamá. Recuerde que los niños son sumamente sensibles a lo que pasa a su alrededor. Ellos perciben lo mínimo. Aunque no lo parezca, es muy importante para los hijos que la relación entre papá y mamá sea buena.
En segundo lugar, asegúrese de que tanto papá como mamá le dedican suficiente tiempo al niño. Si uno se apega demasiado, o, si el otro se despega demasiado, el niño no se desarrolla bien. Sucede igual cuando uno es demasiado fuerte, y el otro demasiado débil con el niño. Estas son cuestiones generales que van a influir en un problema tan específico como chuparse los dedos.
En tercer lugar, hay que revisar la relación con sus hermanitos. ¿Le ha nacido un hermanito recientemente? ¿Tienen sus padres una relación equilibrada con cada hijo, o más bien tienden a hacer preferencias?
Finalmente, sustituya el dedo por otra cosa. Puede ser un chupete o algo de goma, que el niño pueda morder. Si lo logra, ya tiene la batalla casi ganada.
Lo que falta es la maniobra de comprarle su juguete, sea por una cantidad atractiva de dinero, o sustituyéndoselo por algo que tenga mucho valor para el niño. Haga la transacción de forma dramática. Por ejemplo, firmar un contrato, o, hacer una ceremonia especial. Si luego él reclama su juguete, se le recordará el acto de compra.
14. “Mi hijo adolescente quiere llegar a cualquier hora de noche”.
Como regla en una familia todos deben informar el sitio a donde van, qué van a hacer, y cuándo piensan regresar. Esto incluye al padre y a la madre, y debe incluir un teléfono para llamar, siempre que se sospeche alguna eventualidad.
La diferencia es que los adolescentes, para salir, tienen que pedir permiso de los padres. Favorece en este sentido que se fije un horario regular de llegada, y un horario tope en casos especiales. Los padres deben ser flexibles para acordar este horario con sus hijos. Los adolescentes, de su parte, deben reconocer que, hasta que no alcancen la adultez, la última palabra la tienen sus padres.
Si se trata de jóvenes, la hora de llegada puede ser más tarde, pero, también debe definirse. Aunque ya sean adultos, todavía dependen de sus padres, y, por lo tanto, se tienen que someter a algunas reglas mínimas. No se puede tolerar, por ejemplo, que vengan borrachos o intoxicados, ni ninguna otra forma de conducta que se considere antisocial. Es mejor que vivan aparte, que seguir en casa con una conducta social indeseable.
15. “Mi hijo usa marihuana, ¿qué puedo hacer?”
Si su hijo usa drogas, su familia tiene un problema. Le sugiero consultar un especialista. Al principio vaya a consulta con su pareja, y luego con toda la familia. Mientras tanto le sugiero lo siguiente:
En primer lugar, asegúrese de que papá es un buen ejemplo para sus hijos varones. No hay mucho que hacer si papá abusa del alcohol, que al fin y al cabo es también una droga.
En segundo lugar, asegúrese de que el papá dedica tiempo de calidad a su hijo varón. Hemos observado que los muchachos que toman el mal camino, no tuvieron un padre cercano que les dedicara tiempo. La presencia de una figura masculina es muy importante cuando se trata de un hijo adolescente. La regla es que si el hijo no encuentra en casa esa figura adulta de su mismo sexo, la buscara en la calle.
En tercer lugar, establezca controles. No le permita manejar sin licencia, y controle el dinero que les entrega. La oportunidad es muchas veces la madre de las malas acciones.
Finalmente, reconozca que su hijo está fuera de control, y lo más probable es que su hijo podría requerir tratamiento especializado en un centro de rehabilitación. Si se trata de un hijo mayor de 20 años, y se niega a recibir tratamiento, podría ser conveniente que viva aparte. Esto es difícil de hacer en América Latina, pero no se debe descartar.
16. “Mi hija me reclama que la trate con las mismas reglas que su hermano. ¿Debe haber diferencia en el trato de las hijas y los hijos?
Su pregunta es un asunto muy controversial. Por lo general no debe haber diferencia. El niño y la niña tienen las mismas necesidades generales: afecto, cariño, respeto y consideración. De todas maneras existen algunas diferencias. Por ejemplo, la muchacha suele tener menos capacidad de autodefensa en caso de una agresión callejera. Un asaltante va a tener más cuidado de agredir a un varón, que a una mujer. La consecuencia de la promiscuidad es también diferente: la hembra es la que sale embarazada, y tiene que cargar con los hijos. Estas diferencias naturales obligan a establecer también algunas diferencias en la crianza, lo cual va a depender de cada familia en particular.
17. “Nuestra hija es madre soltera y vive con nosotros. El problema es que quiere vivir saliendo de noche, y me deja el niño para que yo se lo cuide”.
Usted tiene una preocupación legítima, pues su hija debe aprender, como usted lo hizo, a asumir su responsabilidad de madre. El problema es más difícil porque algunos padres necesitan demasiado a sus hijos, e inconscientemente no quieren que se vayan de casa. Los hijos se aprovechan de esto, y siguen viviendo como si fueran adolescentes. ¡Esto no le conviene a la sociedad!
Mi consejo es que usted se asegure de tener una razón de vivir que no sean sus hijos. Búsquese una ocupación o una misión en la vida. En algunos casos puede ser conveniente que la madre soltera, y el padre soltero vivan aparte, y asuman su responsabilidad. El problema puede estar, sin embargo, en que usted necesita demasiado a su hija, y por nada del mundo quiere que se vayan de la casa.
18. “Algunos amigos me dicen que no lleve tanto los niños a la iglesia, que los deje elegir a ellos mismos lo que quieren hacer. ¿Qué piensa usted sobre esto?”
Los hijos necesitan valores espirituales para vivir. Asistir por lo menos cada domingo a la iglesia es tan importante como llevarles los días de semana a la escuela.
La iglesia es un antídoto contra tanta lacra social que existe hoy día. Cada hijo, sin embargo, debe tomar su propia decisión de fe, y nadie puede imponerles una religión. Los hijos deben acompañar a sus padres al templo mientras son menores, pero después que cumplen 20 años deben tomar sus propias decisiones.
19. “Mi hija tiene un amigo que no nos gusta. Es un hombre divorciado y no va a la iglesia. ¿Qué nos aconseja?”
Depende de la edad de su hija. Si es menor, la decisión es de los padres. Si es mayor de edad, la decisión depende de ella. Usted tiene razón sobre casarse con un hombre divorciado, y que no va a la iglesia. Algunos estudios sugieren que las personas divorciadas repiten los mismos problemas en su segundo matrimonio, y la iglesia es un freno moral que suele servir de ayuda. De todas formas le sugiero dialogar con su hija, pero tome muy en cuenta la cuestión de la mayoría de edad.
20. “Mi hija tiene todas las condiciones para ser una buena maestra como yo, pero, está decidida a estudiar Contabilidad. ¿Debo permitírselo?”
La profesión que uno va a tener es una decisión personal. Muchos hijos han estudiado carreras que luego no ejercen porque lo hicieron para complacer a papá o a mamá. Oriente a sus hijos, pero no decida por ellos. Les toca ahora asumir las riendas de sus propias vidas, tal como antes les tocó a usted.
21. “Mi hijo varón está cogiendo la calle...”
El muchacho varón coge la calle cuando no tiene en su casa un padre cercano que le dedica tiempo. Es muy importante que papá haga su papel. Si esto no es posible, usted necesita una figura masculina para su hijo. Puede ser un abuelo, un tío, cualquier otro pariente. Si usted va a la iglesia, pida ayuda de algún consejero juvenil.
22. “¿Por qué mi hijo es tan descuidado y falto de iniciativa si yo soy tan responsable?”
Esas dos cosas suelen ir juntas: padres demasiado responsables producen hijos irresponsables. Le sugiero revisar los siguientes puntos.
Primero, no sustituya a sus hijos en lo que les corresponde. No interceda por ellos, sino permítales asumir sus propias responsabilidades.
Segundo, anime a sus hijos cuando se porten bien y sean responsables. Es un error vivir comentando solo lo negativo.
Tercero, vaya apoderándoles poco a poco de sus vidas. Ellos mismos deben enfrentar las consecuencias de sus actos.
23. “¿Qué hago? Mi esposo tiene preferencias por la hija mayor...”
Si eso sucede, esa hija se va criar engreída y probablemente la va a enfrentar a usted. Esto es lo que algunos sicólogos denominan como ‘triángulo edípico’: una hija enganchada con su padre, y enfrentada a su madre. Esto es negativo, y trae consecuencias fatales. Le recomiendo no caer en la trampa de enfrentar a su hija. Haga dos cosas:
Primero, asegúrese de tener una buena relación con su hija, acérquese a ella, y haga todo lo posible por ganarse su confianza, y,
Segundo, asegúrese de fortalecer la relación con su pareja. Aunque parezca paradójico, mientras mejor es la relación con su pareja, mejor será también la relación con su hija.
En estos dos puntos está es su mejor estrategia. Si la cumple, muy pronto verá los resultados.
24. “He descubierto que mi hijo varón se tranca por horas en el baño. Me puse a observarlo, y es que se masturba. ¿Qué puedo hacer?”
Esta situación debe ser manejada por el padre, más que la madre. Son cosas de hombres que se deben manejar entre hombres. Le doy los siguientes consejos.
Lo primero es la regla de intimidad: cerrar puertas cuando usted hace sus cosas personales. Sea bañarse, desvestirse, o hacer sus necesidades fisiológicas, son cosas íntimas que no se deben hacer ante los hijos. Si usted respeta la regla de intimidad, sus hijos le imitarán.
Lo segundo es procurar que su hijo tenga un programa de actividades físicas y sociales bastante lleno. ‘La mente vacía, dijo alguien, es un taller de Satanás’.
Lo tercero es que su hijo necesita orientación sexual preferiblemente de su propio padre. Podrían seleccionar un buen libro para leer juntos sobre este tema.
25. “Estoy muy abochornada. He criado mis hijos en la iglesia, y hace poco la maestra me dijo que uno de ellos coge cosas en la escuela. Al principio me negué a creerlo, pero luego comencé a observar que siempre traía cosas ajenas a la casa. Cuando le pregunto, inventa historias que parecen reales, y las narra como si estuviera diciendo la verdad”.
Ese problema existe y los sicólogos lo denominan cleptomanía. Es una mala costumbre ante lo cual se deben tomar algunas medidas.
En primer lugar, observe el funcionamiento global de la familia de su hijo. ¿Papá y mamá viven juntos y tienen una relación de calidad? ¿Existe una relación equilibrada de los padres con cada hijo? ¿Existe rivalidad fraterna? Esas tres preguntas sirven para buscar el origen del problema. Si la familia funciona mal, no es raro que los hijos se descompongan.
En segundo lugar, pregunte en la escuela sobre las cosas que su hijo trae a la casa, y, si ha tomado algo, póngale una multa. Esto significa confiscarle algún juguete o prenda personal, y regalársela un niño que la necesite.
Finalmente, dedique tiempo de calidad a cada uno de sus hijos por igual. Es muy frecuente que los hijos cleptómanos tengan un vacío en la relación con uno de sus progenitores.
26. “¿Cómo es que un niño de apenas 12 años puede quejarse tanto de aburrimiento? Carlitos necesita estar haciendo algo todo el tiempo, si no se aburre. Pasa horas en la televisión, y luego se conecta en el internet, de lo contrario dice que se aburre. ¿Puede explicarme esto?”
Es probable que su hijo tuviera en sus primeros años un exceso de atención, y como ahora no se le presta el mismo caso, le hace falta. Este es un problema típico de nuestros tiempos. Queremos tanto a nuestros hijos que no les permitimos desarrollar autosuficiencia. Les resolvemos sus problemas, y no aprenden a estar solos. El resultado es que cuando no reciben la dosis de sobreprotección a que están acostumbrados, necesitan enchufarse con algo: llámese televisión, Internet, nintendo, música rock o lo que sea. Su hijo está en camino de desarrollar un hábito perjudicial. Es decir, algo sobre lo cual no tendrá control de parar. Esto puede ser el juego, el alcohol o las drogas.
Mis consejos son:
(1) Papá debería sacar tiempo regular para Carlitos. Quizá mamá ya hizo suficiente, y debe ahora tiene que dejar espacio libre a papá.
(2) Carlitos se beneficiaría mucho de pertenecer a un grupo juvenil, con actividades recreativas o de servicio. Esto le permitirá compensar positivamente su soledad.
(3) Le recomiendo llevar a Carlitos a un consejero juvenil, preferiblemente un terapeuta familiar.
27. “¿A qué edad debe permitir que mi hija tenga ‘amores’?”
La respuesta a esta pregunta depende de dos puntos: a) la edad mínima para casarse son los 18 años, pues hay demasiado consecuencias negativas cuando se embaraza una adolescente, y, b) el noviazgo debe durar idealmente entre uno a dos años.
Si se aceptan estas dos proposiciones, no tiene sentido el noviazgo antes de los 16 años. Cuando se presenta la necesidad de dar amores antes de los 16 años, debemos actuar con cautela.
Lo primero es que no se trata de un punto que podamos manejar de forma cerrada, y algunas veces podría ser mejor tener un noviazgo en la misma casa, que forzar situaciones a escondidas.
Lo segundo es procurar que la hija adolescente tenga una amiga cercana que le sirva de apoyo. Ese papel le corresponde a la madre, pues, la hija lo necesita como requisito para completar su madurez emocional.
28. “Un psiquiatra nos ha dicho que nuestro hijo es hiperactivo y le ha indicado medicinas. ¿Puede explicarme qué es esto?”
Desde algunos años se ha descubierto que la hiperactividad es una enfermedad que afecta a algunos niños.
• En tal sentido puede ser necesario que un psiquiatra administre los medicamentos apropiados.
• También es necesario la asistencia de un terapeuta familiar o un psicólogo escolar para manejar su conducta en la escuela.
• Los mismos padres deben ser orientados para manejar un niño con una conducta especial. Por lo general, mientras mayor armonía haya entre los padres, más fácil será lidiar con la conducta de sus hijos.
En otras palabras, se trata de un trabajo en equipo.
29. “Mis hijos duermen cada uno en su propia cama de noche. Sin embargo, cuando van a casa de los primitos duermen varios en una misma cama... ¿Debo permitirlo?”
El dormir fuera de casa exige ciertos controles. Cada vez más confirmamos el riesgo a las travesuras sexuales entre primitos en tiempos de vacaciones. Las mismas pueden tener consecuencias, y ser el inicio de una serie de caídas que luego el terapeuta familiar tendrá que descifrar. Idealmente cada niño debe dormir en su propia cama, y los muchachos separados de las muchachas. Si la casa a donde van no tiene estas facilidades, podría ser mejor que se queden en casa.
30. “¿Es curable la homosexualidad?”
Después de la reunión, uno de los participantes más activos se me acercó para consultarme sobre su problema de homosexualidad. Como las circunstancias no permitían entrar en una terapia formal, opté por proponer los pasos siguientes.
El primer paso es igual con todos los hábitos perjudiciales, y se denomina desintoxicación. El sujeto tiene que tener suficiente firmeza para cortar con el hábito, así como con ambientes y personas que favorecen la caída. Si se trata de un menor, la terapia se centra mucho en los padres. Si se trata de una persona mayor de 18 años, la incidencia de los padres es significativamente menor. En uno u otro caso la cuestión central es la decisión que asume el mismo sujeto para cortar el hábito. Este es el paso indispensable sin el cual todo lo demás está condenado al fracaso.
El segundo paso es el reordenamiento familiar. Cuando se trata de un hijo varón, la estrategia que recomendamos es: la madre alejarse y el padre acercarse, pues suele ocurrir todo lo contrario. Esta medida es muy importante. Mamá tiene que ir cortando mientras papá se acerca. Cuando se trata de una hija, se hace todo lo contrario: mamá se acerca, y papá se aleja.
El tercer paso es un cambio de hábitos secundarios, particularmente la pornografía y la masturbación. También hay que revisar la manera de vestir, de hablar, o de practicar deportes. El sujeto tiene que asumir prácticas acordes con su sexo natural. Es como si se dijera: ‘soy varón, Dios me hizo varón, y me siento bien’. Este paso tiene que asumirse voluntariamente y de forma consciente.
El cuarto paso es un acercamiento progresivo al sexo opuesto. En el fondo de la conducta homosexual existe una fobia al sexo contrario. Es por eso que cualquier exposición brusca con prostitutas más bien termina perjudicando. Lo que funciona es tener una amiga con la que se comparte en diversos escenarios, sin compromiso de ninguna clase. El primer objetivo es construir una amistad especial, sin llegar a la intimidad física. Después de un tiempo puede venir una relación más exclusiva, incluyendo contacto físico superficial, tales como: tomarse de las manos, un beso en la cara o un abrazo. Si esto se logra, ya casi tenemos ganada la pelea.
Esto fue exactamente lo que sucedió con la persona que mencionaba al principio. En su caso, el resultado fue sorprendente. Muy pronto él me compartió que había llegado a sentir cosas que nunca había sentido por una mujer. Sin embargo, me admitió que las tentaciones persistían, aunque en un plano diferente porque ahora se veía con una alternativa. Finalmente me escribió para comentarme de su matrimonio. He sabido de él 20 años después y sigue casado.
El pronóstico de la homosexualidad es el mismo que para cualquier hábito perjudicial. Se requiere firmeza y voluntad de cambiar. Ayuda mucho cuando los padres colaboran, pero el protagonismo central recae siempre sobre el mismo sujeto.
Finalmente, hay que poner el asunto en las manos de Dios. La mejor estrategia es poner los pasos anteriores en las manos de Dios, y esperar. El ha prometido responder, y así le creemos.
31. “¿Es curable la Esquizofrenia?”
Si es tratada a tiempo la esquizofrenia puede curarse. De hecho, utilizando los fármacos usuales un tercio de los esquizofrénicos remiten, y no vuelven a hacer crisis. Estas cifras contradicen la impresión de fatalismo que se atribuye a todos los casos.
El primer paso en la esquizofrenia es tomar los medicamentos que indica el psiquiatra, y por el tiempo que éste indique. La principal razón por la que un paciente esquizofrénico es internado en una clínica es debido a su negativa a tomar medicamentos. De modo que este es el paso inicial. Si lo logramos, podemos seguir adelante.
El segundo paso es el reordenamiento familiar. La primera cosa tiene que ver con la relación de sus padres. Si están juntos, la relación debe ser de calidad. Si están separados por lo menos debe existir una comunicación saludable. La segunda cosa es una relación de calidad tanto con el padre como con la madre. Finalmente, hay que revisar la relación con sus hermanos, especialmente los más próximos, para evitar situaciones de celos y competencia. La lectura del primer capítulo de esta obra puede arrojar luz sobre este paso.
El tercer paso se denomina terapia ocupacional. Hay que ayudar al enfermo a tener una ocupación que llene su tiempo y que le guste. El ocio es enemigo de la salud mental.
Finalmente, algunos pacientes tienen que tomar medicamentos toda su vida, pero, recuerde que por lo menos un tercio se pueden recuperar. Pida a Dios que su hijo se encuentre entre éstos.
32. ¿Es correcto brindar apoyo sin confrontación?
Para criar bien es necesario tanto APOYO como CONFRONTACION. El apoyo fortalece la AUTOESTIMA mientras que la confrontación promueve el AUTOCONTROL. Cuando las cosas van bien, debemos brindar apoyo, pero, si portan mal, tenemos que confrontar. Como usted puede observar, ambas son necesarias para una crianza equilibrada.
Es un error responder con apoyo cuando los hijos se portan mal. Algunas veces basta con la indiferencia, o incluso, poner distancia física con el niño para confrontar la mala conducta.
Exagerar el apoyo constituye lo que se llama un ‘niño consentido’. Es lo mismo que ‘consentimiento’ o, ‘trauma por excesivas satisfacciones’, lo cual es una forma malcriar hijos e hijas.
La mejor crianza es equilibrada y sabe brindar apoyo mientras se portan bien, e introducir la confrontación cuando se portan mal.
33. ¿Es dañino cuando prometemos algo a nuestros hijos y no lo cumplimos?
Muchas veces hacemos promesas para salir del paso, porque no sabemos qué hacer. Esto quita autoridad a los progenitores. Si se hace una promesa hay que cumplirla, de lo contrario nuestros hijos e hijas no nos creerán cando le digamos algo.
Tampoco tiene sentido prometer algo que les corresponde o que de todas formas queremos darles. Tampoco debemos pretender que ‘todo hay que ganárselo’. Por el contrario, debemos brindarles apoyo por el simple hecho de ser hijos o hijas.
34. ¿Es dañino cuando hacemos advertencia y nos las cumplimos?
Esto es lo que se dice ‘Amagar y no dar’. Es perjudicial vivir amenazando a los hijos. Una advertencia tiene su lugar, pero, una vez hecha hay que cumplirla, de lo contrario nuestra palabra pierde autoridad.
Para modificar conductas es mejor premiar o castigar la conducta presente que anunciar premios o castigos por lo que pueda suceder. De todas formas, en casos especiales una buena advertencia puede ser necesaria.
35. Algunos padres viven encima de sus hijos todo el tiempo. ¿Es esto saludable?
No se puede acariciar demasiado a los hijos. Ni hijos ni hijas deben ser utilizados como compensación al fracaso de la pareja. A medida que crecen los hijos, los progenitores deben fomentar su autosuficiencia, y reconocer algunas fronteras naturales a la intimidad que deben existir. Los niños o niñas que se crían sin fronteras en la casa, son más propensos a sufrir abuso. Dicho abuso sexual suele provenir la mayoría de las veces de una persona de cercana: hermano o hermana, tíos, abuelos, u otro familiar.
El padre y la madre deben asegurarse de tener una buena relación afectiva y sexual en sus relaciones de pareja. De lo contrario, hay la tendencia a compensar con hijos e hijas sus propias necesidades. Lo que queremos decir es que, la madre que no recibe atenciones de su pareja, se tiende a apegar demasiado de un hijo, lo cual es perjudicial. Desde que un progenitor brinda más cariño a algún hijo en particular que a su propia pareja, se desequilibra todo el sistema familiar.
Algunas fronteras que conviene establecer, siempre y cuando sea posible, son las siguientes:
Cada persona debe tener espacio propio para sus intimidades.
Los padres deben dormir separados de sus hijos.
Los hijos varones deben dormir separados de las mujeres.
A partir de los tres años es preferible que hijos e hijas aprendan a bañarse sin ayuda.
36. ¿Es siempre el castigo una forma de abuso infantil?
El castigo físico tiene sus inconvenientes: su efecto no es duradero y algunas veces produce un efecto contrario al deseado. Los padres tienen que evitar que el castigo físico se transforme en abuso físico, ocasionando daños que pueden requerir asistencia médica o psicológica. En algunos casos, de todas formas, puede ser útil.
Hoy día estamos pasando de una mentalidad represiva, como hubo en el pasado, a una mentalidad demasiado permisiva. Debido a esto, antes se abusaba del castigo, y ahora se le atribuyen maleficios increíbles. Debemos procurar una forma equilibrada de pensar: ni podemos castigar por todo, ni podemos evitar totalmente alguna forma de confrontación.
37. ¿Es normal que los padres se preocupen tanto de sus hijos?
Lo ideal es sobreproteger al principio e ir apoderando poco a poco hasta la mayoría de edad. El éxito de una buena crianza es que los hijos terminen responsabilizándose de sus actos. Si los padres les sobreprotegen y se preocupan demasiado, ellos no aprenderán a cuidarse. Lo que sucede es que mientras más se preocupan los padres, más se despreocupan los hijos.
Los hijos que más sufren a la larga son los hijos sobreprotegidos. Con ellos sucede como dice el refrán: ‘al dedo malo, todo se le pega’. Como no aprenden a cuidarse, les ocurren más fatalidades.
38. ¿Cómo evitar una disciplina demasiado estricta?
Los padres y las madres debemos imitar a Dios en el trato con sus hijos:
En primer lugar, Dios “hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos” (Mt.5.45).
La atmósfera normal del hogar debe ser de apoyo. Los hijos merecen apoyo por el simple hecho de ser hijos. Numerosas investigaciones han confirmado que las actitudes de apoyo son más seguras y eficaces que las de confrontación.
En segundo lugar, Dios es “lento par la ira y grande en misericordia” (Sal. 145.8-9).
Es necesario pasar alto los fallos menores, y no estar sermoneando y castigando a cada paso. Si Dios no lo hiciera así con nosotros, no quedaría ni rastros de la raza humana sobre la tierra.
miércoles, 9 de abril de 2008
SALUDOS
Quiero darte mi primer saludo al abrir este blog, josedunkerblog. Aqui espero hablar de las cosas que me interesan, que son muchas. Me interesa el tema de la familia; me interesan las cuestiones sociales; me interesan los valores espirituales.
Voy a escribir desde la Republica Dominicana, desde mi condicion de hombre adulto, y como ciudadano de este siglo. Esas son limitaciones, pero, tambien aval para hacer aportes.
En los ultimos anos me he dedicado a escribir, hasta el punto de que esa es mi principal dedicacion. Por esa vocacion estoy dejando la medicina y la psiquiatra. Apenas hago algunas sesiones de terapia y consejeria. Prefiero escribir. Quiero compartir mis cosas con personas inquietas, y con muchas posibilidades de hacer y construir.
Cuando era joven quise escribir muchos libros, pero, decidi no hacerlo hasta que tuviera algo que fuera un verdadero aporte, y no solo citas de muchos libros. Ahora estoy en mi momento de hacer aportes. Te invito al dialogo. Entiendo que el blog es un instrumento de doble via, y que podremos estar en contacto. Tus reacciones son muy importantes para mi. Me haran sentir que no estoy solo, y ademas me serviran para enderezar el camino. He aprendido de mis estudiantes, quiza tanto como de los libros que he leido. Una pregunta tonta, o una opinion sin mucha base, pueden provocar respuestas valiosas. Por supuesto, es mucho mejor la pregunta sabia, y la opinion con fundamento. Pero, de todas se aprende.
Dile a las amistades comunes que salio josedunkerblog, y que espero sus aportes. Recibe mi mejor saludo!
Voy a escribir desde la Republica Dominicana, desde mi condicion de hombre adulto, y como ciudadano de este siglo. Esas son limitaciones, pero, tambien aval para hacer aportes.
En los ultimos anos me he dedicado a escribir, hasta el punto de que esa es mi principal dedicacion. Por esa vocacion estoy dejando la medicina y la psiquiatra. Apenas hago algunas sesiones de terapia y consejeria. Prefiero escribir. Quiero compartir mis cosas con personas inquietas, y con muchas posibilidades de hacer y construir.
Cuando era joven quise escribir muchos libros, pero, decidi no hacerlo hasta que tuviera algo que fuera un verdadero aporte, y no solo citas de muchos libros. Ahora estoy en mi momento de hacer aportes. Te invito al dialogo. Entiendo que el blog es un instrumento de doble via, y que podremos estar en contacto. Tus reacciones son muy importantes para mi. Me haran sentir que no estoy solo, y ademas me serviran para enderezar el camino. He aprendido de mis estudiantes, quiza tanto como de los libros que he leido. Una pregunta tonta, o una opinion sin mucha base, pueden provocar respuestas valiosas. Por supuesto, es mucho mejor la pregunta sabia, y la opinion con fundamento. Pero, de todas se aprende.
Dile a las amistades comunes que salio josedunkerblog, y que espero sus aportes. Recibe mi mejor saludo!
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